lunes, 6 de abril de 2015

PLAZA DE LA MERCED

La Plaza de la Merced está en el casco antiguo de Cuenca, muy cerca de la plaza Mayor. Se trata de un importante conjunto en el que destacan las fachadas barrocas de la iglesia de la Merced, el caserón del Carmen y del Seminario Conciliar de San Julián, del siglo XVIII, que tiene una excelente biblioteca, y el Asilo de los Desamparados, de principios del siglo XX, cuyos restos han sido integrados en el Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha. Os recomiendo este museo para conocer algo más sobre la astrología o los ecosistemas castellano-manchegos.  
El Convento de la Merced, en la ciudad de Cuenca, es un antiguo cenobio de la orden de la Merced Calzada edificado entre los siglos XVI y XVIII, siendo su estilo predominante el barroco. Sus dependencias se reparten actualmente entre el Seminario Conciliar de San Julián y la comunidad de monjas Esclavas del Santísimo Sacramento y de María Inmaculada. En 1648 los mercedarios dejaban su viejo convento, para instalarse en el Alcázar que, en el siglo XVI, y aún a principios del XVII, era el barrio donde algunas de las familias más poderosas y representativas de Cuenca tuvieron su morada. Su nueva casa era un espléndido palacio edificado por los Hurtado de Mendoza en el siglo XVI. Era de planta cuadrada con un patio central y los ángulos señalados por unas torres que se cubrían con chapiteles. En la construcción actual todavía permanece embebida una de estas torres. La remodelación que se llevó a cabo en el palacio para adecuarlo a su nueva función debió de ser labor fácil y no muy costosa. En cambio, la construcción de la iglesia, que a fines del XVII todavía estaba sin terminar, sí fue una obra de mayor envergadura. Una vez finalizada la obra de la iglesia, los mercedarios decidieron ampliar el convento. La ampliación únicamente podía hacerse por el lado norte, y para ello tenían que comprar una casa que pertenecía a los marqueses de Cañete. Era una casa de tres pisos, con fachada abierta a la plaza Mayor, que fue adquirida en 1739; con lo cual se pudieron realizar las obras previstas de ampliación. El convento sufrió graves daños con motivo de la invasión francesa. En 1835, la desamortización de Mendizábal obligó a los frailes mercedarios a abandonar su casa. A fines del siglo XIX, el Ayuntamiento compró el convento con la intención de instalar un museo; sin embargo, en 1924, fue entregado al Obispado a cambio de las Casas Colgadas. En la actualidad el convento está ocupado por religiosas pertenecientes a la Congregación de las Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Inmaculada, y su iglesia, que está cerrada al público, forma parte del contiguo Seminario Conciliar de San Julián, construido a mediados del XVIII. Desde 2003 es Monumento Histórico-Artístico Nacional. La fachada barroca de la iglesia es muy original. Conceptualmente, es una obra manierista, muy refinada, con una modulación suave. El muro de la calle central es semihexagonal, aunque ópticamente sea casi plano en la parte inferior y cóncavo en la superior. El cambio de la piedra indica dos etapas en su construcción, y es muy probable que el arquitecto que la proyectó nunca hubiera pensado en ese frontón para darle remate. La portada se compone de dos cuerpos y muestra un cierto desequilibrio entre ambos. En el primer cuerpo, dos pares de pilastras cajeadas y unas hornacinas en los entrepaños flanquean la puerta, que es de arco de medio punto con elaborada molduración, como se puede ver en la manera tan acertada de interrumpir la arquivolta antes de que llegue a la imposta. El tratamiento del cuerpo alto, un tanto desarticulado, con elementos autónomos, nos lleva a una estilística anterior. Hay un recuerdo de Rodrigo Gil de Hontañón en los tres nichos volados entre los que aparece el escudo de los marqueses de Cañete. Tras una espectacular portada barroca, se abre la iglesia que formó parte del convento de mercedarios, instalado en este lugar en 1684, junto al palacio del marqués de Cañete y el antiguo alcázar árabe. Tiene una sola nave cubierta con bóveda de medio cañón. En su interior hay un precioso balcón rococó, trazado por el genial Martín de Aldehuela. La iglesia está cerrada al público y no podrás visitarla, sólo se puede visitar en el exterior, pero vale la pena observar su fachada barroca. El seminario de San Julián fue fundado en el XVIII por el obispo José Flores Osorio, quien donó los fondos para su construcción. Se levantó sobre las casas y el palacio del Marqués de Siruela y Valverde del siglo XVI. 
El Seminario Conciliar de San Julián está situado en la Plaza de la Merced. Fue creado por el arquitecto Vicente Sevilla en 1741 por orden del obispo Flórez Osorio. Además de la magnífica portada, destacan en su interior una importantísima biblioteca, un salón de reuniones de estilo rococó y un espléndido retablo gótico, obra del Maestro de Horcajo. Sólo se puede visitar en el exterior. 
El Museo de la Ciencia de Castilla-La Mancha situado en pleno casco antiguo de la capital conquense, en la pequeña Plaza de la Merced, consta de dos edificios, en los cuales se distribuyen los diferentes ámbitos de contenidos y áreas. Ocupa un conjunto de edificios antiguos a los que se ha añadido uno de nueva construcción que se asienta, a su vez, sobre restos medievales y construcciones de los siglos XVIII y XIX. El Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha es una instalación dependiente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ubicada en Cuenca e inaugurada el 15 de enero de 1999. Su más importante colección corresponde a los fósiles del yacimiento paleontológico de Las Hoyas, con 14.000 piezas y 24 holotipos. El Museo se encuentra ubicado en el Casco Antiguo de la ciudad de Cuenca. Cuenta entre sus instalaciones permanentes con un planetario, con un recorrido por la historia de la astronomía desde las primeras civilizaciones usando personajes claves de la ciencia, la sala de Los Tesoros de la Tierra donde se hace un recorrido por la evolución geológica del cosmos y la vida, partiendo de los fósiles conservados del yacimiento de Las Hoyas y la sala de la Historia del Futuro donde se puede seguir el recorrido de la vida de una persona por todas sus etapas hasta el fallecimiento. 
Horario del Museo: Martes a sábado de 10.00 h a 14.00 h y de 16.00 h a 19.00 h. Domingos de 10 a 14 h. 

 



 







  

















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