miércoles, 24 de diciembre de 2014

LA CUEVA DE LA RAMERA

UNO DE LOS ABRIGOS RUPESTRES EN LA SERRANÍA ALTA DE CUENCA EN LA EDAD DEL BRONCE.
Si hay un rasgo de la Serranía de Cuenca que llame la atención al visitante es la existencia de un paisaje muy singular, en el que abundan caprichosas formas geológicas que dan lugar a parajes de belleza misteriosa que incitan a la imaginación. Este espectacular paisaje, esculpido por la incansable labor del agua sobre las rocas se denomina kárstico, y su formación se debe a la disolución de las rocas calcáreas que constituyen el sustrato mayoritario de esta región.Un rincón poco conocido pero sumamente interesante de ver por su riqueza histórica y geológica es La Cueva de la Ramera.La Cueva de la Ramera es una excelente representación de cueva kárstica y asentamiento prehistórico, con impresionantes vistas a la Hoz con mayor valor ecológico de Cuenca, situado en la hoz de Beteta.
Durante el largo periodo denominado Edad de Bronce, existieron algunos yacimientos en la Serranía Alta de Cuenca; en concreto, el de la Cueva de la Ramera.
El yacimiento de la Cueva de la Ramera, situado en la Hoz de Beteta, se halla localizado en una cueva colgada en mitad de un elevado escarpe rocoso formado por las dolomías del Turonense, para acceder a ella hay que subir por una escalera metálica que se ha colocado y a su entrada existía un poblado de la edad del bronce.
Se encuentra a 3 km. de Puente Vadillos (Cañizares) y 7 km. de Beteta, en plena Serranía de Cuenca. Desde el aparcamiento de la Fuente de los Tilos, se inician las sendas del Paseo Botánico y de la Cueva del Armentero o paseo temático de los Tilos. Esta última senda da acceso a la escalera metálica por la que se sube hasta el inicio de la cueva.
Para llegar hasta la abertura de la cueva hay que recorrer un precioso sendero botánico que recorre la Hoz de Beteta y va paralelo al río Guadiela. La distancia desde el parking hasta las escaleras metálicas por las que se accede a la entrada es de 1,5 kilómetros más o menos.
Por las excavaciones que se han realizado se sabe que estuvo habitada por poblados en la Edad de Bronce, aunque también se han hallado huesos de animales muy anteriores a esa época. Mucho después la cueva fue durante años frontera entre el reino musulmán y el cristiano.
La ruta que se puede visitar y que está abierta al público tiene una longitud de 2 kilómetros, aunque se sabe por diversas incursiones de geólogos que la cueva tiene muchas más galerías. En espacio visitable se puede disfrutar con la gran variedad de formaciones que se han originado con el paso del tiempo: estalactitas, estalagmitas, coladas, columnas y la laguna.
La ruta guiada dura unos 45 minutos. Quitando un pequeño desnivel que es un pelín estrecho, la visita es muy sencilla de realizar.
En julio y agosto se puede visitar a diario. El resto del año solo abre sábados y domingos, excepto de noviembre a marzo que está cerrada.
Para terminar la excursión antes de iros, podéis acercaros a la Fuente de los Tilos. Actualmente es un precioso sitio de descanso y ocio que utilizan los turistas y los habitantes de la zona sobre todo los fines de semana, para pasar un día agradable en el campo.
Si necesitáis alojamiento por la zona, sin duda alguna la mejor opción es el Real Balneario de Solán de Cabras.


























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