domingo, 15 de marzo de 2015

EL CASTILLO DE ALARCÓN


De origen árabe, dependió inicialmente la fortaleza del emirato de Córdoba. Tras la descomposición del califato cordobés y la formación de los reinos taifas, se subordinó al de Toledo. Durante su permanencia en poder de los musulmanes sirvió de bastión defensivo en sus pugnas internas. En 1184, Fernán Martínez de Ceballos, capitán de las tropas de Alfonso VIII, asedió la fortaleza durante nueve meses y la ganó finalmente para su rey el día de san Andrés.
A partir de entonces, el castillo de Alarcón mereció la atención de los sucesivos reyes de Castilla que lo engrandecieron y reforzaron, a la par que le dotaron de un fuero propio (1186) y le otorgaron el señorío de amplios territorios circundantes. Todo ello fue puesto en manos de la Orden Militar de Santiago por Alfonso VIII. Cuando en 1212 se libra la trascendental batalla de Las Navas de Tolosa, el concejo de Alarcón concurre a la misma sumando sus propias tropas a las del rey.
A principios del siglo XIV, el Infante don Juan Manuel recibió de Fernando IV el señorío de Alarcón, castillo incluido, provisionalmente en el año 1297 y de forma definitiva el 23 de marzo de 1305. A la muerte del infante, lo heredó su hijo Fernando Manuel de Villena y después su nieta Blanca. Después lo recuperó Pedro I y retornó al patrimonio real. Enrique II se lo concede a don Alfonso de Aragón al que nombra marqués de Villena en 1372, pero Enrique III lo destituye en 1395 y de nuevo regresa a la Corona. Finalmente, en el siglo XV se le concede a don Juan Pacheco marqués de Villena. El marquesado, en las personas de don Juan y de su hijo don Diego López Pacheco, tomó partido por Juana la Beltraneja y se enfrentó a los Reyes Católicos. En esta porfía logró mantener los castillos de Belmonte, Garcimuñoz, Alarcón y el Ducado de Escalona.
Superada la Edad Media, el castillo de Alarcón sufrió el deterioro propio de un inmueble abandonado y en desuso. En 1712 pertenecía al marqués de Aguilar y los alarifes hacen un informe en el que mantienen que era necesaria una reforma urgente para que no se derrumbara.
En el año 1720 el Castillo estuvo gobernado por Alejandro de Alarcón y la duquesa Julia de Alarcón. El duque de Frías, José María Bernardino Fernández de Velasco le vendió el castillo a don Rafael Lázaro Álvarez de Torrijos.
En el año 1963 el ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga Iribarne, se lo expropió a la familia Álvarez Torrijos Torres. Una vez rehabilitado como Parador Nacional de Turismo Marqués de Villena, se inauguró el 25 de marzo de 1966.



lunes, 9 de marzo de 2015

VILLAREJO DE FUENTES

En 1429, María Pacheco, señora de Belmonte, había comprado a García Ruíz de Alarcón, una serie de heredades que formaban parte de la tierra de Alarcón. Se trataba de Tres Juncos, Fuente Anaya, Fuentes y Villarejo de Fuentes. Villarejo de Fuentes se convierte en Villa en 1445. El príncipe don Enrique, luego Enrique IV, cedió el señorío de Villarejo de Fuentes a Juan Pacheco, señor de Belmonte y marques de Villena, que luego él le dio el título de Villa.
En sus orígenes, Villarejo de Fuentes fue llamado Fuentes. Además se vio favorecido por pertenecer al Marquesado de Villena. Gracias al convento colegio de novicios de jesuitas, fundado a finales del siglo XVI, Villarejo se convierte en una de las villas más importantes de la comarca.
El pueblo no experimentó combates significativos durante la Guerra Civil Española, manteniéndose en la zona republicana hasta el final del conflicto.
Podemos visitar:
Iglesia Santa María Magdalena.- En la puerta de la Iglesia se puede contemplar el escudo de Carlos III, que mandó poner en todos los edificios que pertenecían a los Jesuitas; tras la expulsión que llevó a cabo en toda España. Siglo XVI. Construcción de mampostería y sillares en las esquinas. Torre cuadrada de tres cuerpos, de sillares, con cuatro ojos de medio punto en el cuerpo superior. Portada de medio punto adovelada con escudo de Carlos III. El interior de una sola nave de planta rectangular con capillas laterales con arcos sobre machones. El coro apoyado sobre dos columnas dóricas similares a las de la entrada a la Capilla Mayor, cubierta por cúpula montada sobre trompas que convierten el cuadrado en octógono.Bóveda de cañón con lunetos.
Conserva un pozo en su interior de agua de manantial.
 

Capilla de la virgen de la Soledad Siglo XVI.- La ermita, capilla, Nuestra Señora de la Soledad pertenece al desaparecido palacio de los condes de Cifuentes, señores de Villarejo de Fuentes, siglo XVI. Edificio de mampostería y sillares en las esquinas. Portada de medio punto con imposta resaltada, pináculos y bolas en el alfiz. Es de una sola nave con planta rectangular. La bóveda es de lunetos y la cúpula de media naranja sobre alto anillo. Conserva varios lienzos renacentistas. Fue capilla del desaparecido hospital de San Juan Bautista.
Fue parte del antiguo Hospital de San Juan Bautista, hoy desaparecido. Fundado por los Padres Jesuitas, hacía de capilla dedicada a la oración y otros actos religiosos.
 

Castillo de Fuentes siglo XIII.- El Castillo de Fuentes se encuentra enclavado sobre un pequeño promontorio sobre el río Záncara.  
Ermita nuestra señora de Fuentes Siglo XVI.-Edificio de mampostería con sillares en las esquinas, puerta adintelada con jambas y dintel de piedra. De una sola nave con cúpula de media naranja en el ábside. 
Tiene un castillo en su lado sur, que perteneció al Marqués de Villena. Situada a pie de la Antigua calzada romana que unía Alcalá de Henares (antigua Complutum) con Cartagena (Cartago Nova), está restaurada, siendo en su mayor parte de estilo renacentista. Se piensa que sus cimentaciones podrían ser incluso romanas. Se celebra una romería el día 8 de septiembre de cada año, en honor a nuestra Señora de Fuentes.
Este pueblo tuvo una iglesia hoy desaparecida, la de Santa Mª Magdalena, que fue una obra de gran valor arquitectónico, tipo del Priorato de Uclés y que fue cabeza de abadía. Actualmente se utiliza para el culto el templo del antiguo noviciado de los Jesuitas, del que sólo queda en buen estado la iglesia.

PARRA DE LAS VEGAS

Encontraremos esta pequeña localidad en la comarca de Alarcón. Sus orígenes se remontan a la Edad de Bronce, como muestra el asentamiento encontrado en el Cerro del Castillejo, y también se conservan vestigios de su pasado romano.
En la Plaza Mayor están los restos del antiguo palacio de los Condes de Cervera con sus portadas de entrada. Igualmente se encuentra el Ayuntamiento con galería porticada en la planta baja y gran balconada apilastrada en la superior.
Podemos visitar:
Iglesia Parroquial de la Asunción.- Es una obra de sillería irregular, tiene en lugar de su antigua torre-campanario una espadaña con dos huecos de arcos de medio punto y en la parte superior de ellos otro más pequeño rematado en pináculo con veleta. En el muro de poniente se conservan sillares con restos de leyenda. El interior es de dos naves separadas por arcadas de medio punto sobre columnas dóricas, con artesonado de madera y vigas tirantes apoyadas en canes. A la derecha de la nave principal se encuentra la capilla de Los Escuderos con magnífico retablo con pinturas de tabla y en el centro relieve, es una obra renacentista del s. XVI pero al gusto gótico. En la nave del Norte se encuentra el sepulcro y lápida de Los Condes de Cervera, donde se puede contemplar un hermoso artesonado.
 Ermita del Cristo de la Salud.- Compuesta de una sola nave, el cabecero está cubierto por bóveda de media naranja rebajada sobre pechinas. Con decoración rococó y el resto de la nave por bóveda de arista.
Ermita de San Roque.- Es de una sola nave con planta rectangular. Portada de 1.789.
Restos del Palacio de los Condes de Cervera
Vistas del pueblo.


FRESNEDA DE ALTAREJOS

Su nombre hace referencia a un pequeño lugar surgido, posiblemente, durante la repoblación medieval del sector de Zafra, conquistado por Don Pedro Manrique de Lara, segundo conde de Molina. Alude a la abundancia de fresnos allí existentes, y el sobrenombre De Altarejos se le añadió para diferenciarle de otras poblaciones llamadas del mismo modo.
Podemos visitar:
Iglesia Nuestra Señora de la Asunción.- La iglesia, del siglo XVI, cuenta con una pila bautismal medieval de pie cilíndrico y acanalado y vaso gallonado en la parte inferior. Además conserva varios retablos, el mayor de corte neoclásicos y los de las naves laterales barrocos. Iglesia de buena traza, con elementos de varias épocas no mal conjuntados. Buena mampostería con esquinales, cornisa y espadaña de sillería. Portada de líneas clásicas con arco de medio punto sobre pilastras, friso liso y cornisa a todo lo largo del muro. La nave central, por el interior, tiene visibles las columnas con capiteles hexagonales. La bóveda de la nave central en los dos cuerpos centrales, es de lunetos y en ambos extremos de cúpula ovoidal.
Acceso
Acceso libre respetando el horario de culto.

Además, en Fresneda de Altarejos encontramos una ermita, un santuario o capilla, pequeño, situado en un pequeño cerro. Al lado de la ermita se encuentra el cementerio y también un pequeño cementerio árabe. 
  Vistas del pueblo
PUENTE DEL CASTELLAR
Uno de los más hermosos puentes de toda la provincia de Cuenca: el Puente del Castellar. De este puente sobre el Júcar se ha dicho de todo, que si era romano, que si islámico, que si originalmente fue construido en la Baja Edad Media y restaurado en el siglo XVI,  pero realmente es del siglo XVI, levantado entre 1552 y 1554 por el Cabildo de la Catedral de Cuenca para vertebrar, con un paso propio, el Camino Real de Granada y la Cañada Real de los Serranos con las numerosas posesiones que la catedral y la mitra conquenses poseían a ambos lados del río, desde la Obispalía a las enormes dehesas de Alcolea y Fuenlabrada, pasando por infinidad de propiedades menores.
Anteriormente  la vieja carretera nacional pasaba junto al puente, con lo que ver allí coches parados y curiosos era frecuente. El actual trazado a partir del moderno puente del Castellar lo deja oculto e invisible desde la carretera. El abandono de la estructura es completo, en un lento pero constante deterioro que con el paso del tiempo acabará por desaparecer.