Un castillo enorme, por sus dimensiones y su historia. A cien metros de altura sobre la población, y con un recinto de más de doscientos metros de largo. Está datado en el siglo X, siendo una fortaleza islámica, pensada para constituir una ciudad militar. El Castillo que lleva el apelativo de D. Álvaro de Luna corona la cima de encrespados peñascos. Desde el castillo descienden las murallas que defendían y cerraban totalmente la villa, éstas son de mampostería cuidada. Muy interesante y original es la Puerta de San Bartolomé o del Portillo del siglo X, único ejemplar que queda en la provincia en forma acodada de tipo bizantino-musulmán.
Fue construido en época visigoda, a comienzos del siglo VII. En 1390 nació en él el condestable Álvaro de Luna. El castillo es una ciudadela medieval de planta poligonal a distintos niveles. Desde el castillo descienden las murallas que defendían y cerraban totalmente la villa; dichas murallas son de mampostería cuidada. En muy interesante y original la Puerta de San Bartolomé o del Portillo del siglo X, único ejemplar que queda en la provincia en forma acodada de tipo bizantino-musulmán.
Pero la inmensa mayoría de los restos visibles datan básicamente de los años del Califato cordobés, quizás primera mitad del siglo X. En los siglos XIV y XV, bajo los Hurtado de Mendoza, marqueses de Cañete, se ampliaron y reforzaron muros y se abrieron troneras y buzones para artillería y armas de fuego. La fortaleza estuvo en perfecto uso hasta muy avanzado el siglo XVI. Comenzó después un largo proceso de abandono interrumpido por el episodio de las guerras carlistas. Durante 1874, el ingeniero militar carlista Augusto Von Goeben efectuó una serie de profundas transformaciones. Tras el conflicto se reanudó el expolio de sus materiales por parte de los vecinos, convirtiéndolo en la inagotable cantera de la población y acelerando la ruina en la que ha llegado a nuestros días. Se encuentra en estado de ruina progresiva.
Una vez en Cañete también podemos visitar la Ermita de la Virgen de la Zarza. La Puerta de la ermita es un pequeño arco de medio punto con chambrana, de tipo románico del siglo XIII. Junto a ella hay una pequeña espadañada de la misma época, aunque el resto de este templo es moderno.
Más interés tiene la Puerta de San Bartolomé, de origen califal (siglo X). Está muy reconstruida y tras las obras se nos muestra con doble entrada de arcos ligeramente de herradura. Mayor interés tiene la puerta de las Eras. Exteriormente muestra un pequeño hueco cerrado por arco escarzano. Pero al interior de la villa se muestra su articulación también en recodo con magníficos arcos andalusíes de herradura. La Iglesia de Santiago Apóstol es un voluminoso templo de más que probable origen románico y luego gótico, pero lo que actualmente nos queda es un amplio templo barroco de tres naves.
Acceso al castillo:
Se llega desde el mismo pueblo, y el acceso es libre.
Fue construido en época visigoda, a comienzos del siglo VII. En 1390 nació en él el condestable Álvaro de Luna. El castillo es una ciudadela medieval de planta poligonal a distintos niveles. Desde el castillo descienden las murallas que defendían y cerraban totalmente la villa; dichas murallas son de mampostería cuidada. En muy interesante y original la Puerta de San Bartolomé o del Portillo del siglo X, único ejemplar que queda en la provincia en forma acodada de tipo bizantino-musulmán.
Pero la inmensa mayoría de los restos visibles datan básicamente de los años del Califato cordobés, quizás primera mitad del siglo X. En los siglos XIV y XV, bajo los Hurtado de Mendoza, marqueses de Cañete, se ampliaron y reforzaron muros y se abrieron troneras y buzones para artillería y armas de fuego. La fortaleza estuvo en perfecto uso hasta muy avanzado el siglo XVI. Comenzó después un largo proceso de abandono interrumpido por el episodio de las guerras carlistas. Durante 1874, el ingeniero militar carlista Augusto Von Goeben efectuó una serie de profundas transformaciones. Tras el conflicto se reanudó el expolio de sus materiales por parte de los vecinos, convirtiéndolo en la inagotable cantera de la población y acelerando la ruina en la que ha llegado a nuestros días. Se encuentra en estado de ruina progresiva.
Una vez en Cañete también podemos visitar la Ermita de la Virgen de la Zarza. La Puerta de la ermita es un pequeño arco de medio punto con chambrana, de tipo románico del siglo XIII. Junto a ella hay una pequeña espadañada de la misma época, aunque el resto de este templo es moderno.
Más interés tiene la Puerta de San Bartolomé, de origen califal (siglo X). Está muy reconstruida y tras las obras se nos muestra con doble entrada de arcos ligeramente de herradura. Mayor interés tiene la puerta de las Eras. Exteriormente muestra un pequeño hueco cerrado por arco escarzano. Pero al interior de la villa se muestra su articulación también en recodo con magníficos arcos andalusíes de herradura. La Iglesia de Santiago Apóstol es un voluminoso templo de más que probable origen románico y luego gótico, pero lo que actualmente nos queda es un amplio templo barroco de tres naves.
Acceso al castillo:
Se llega desde el mismo pueblo, y el acceso es libre.
Creo que no se corresponde la segunda fotografía, la del castillo con la torre en primer plano.
ResponderEliminarEnhorabuena por todo el trabajo realizado.