Casas
de Haro es un municipio español de la provincia de Cuenca, en la comunidad
autónoma de Castilla-La Mancha.
HISTORIA
Desde
hace años se tienen vestigios (al haberse encontrado aljibes de esa época en el
término municipal) de la presencia de moradores Iberos. No está documentado su
origen, aunque se han hallado vestigios de restos íberos y pre-románicos en el
término municipal.
La
reconquista de la zona se produce en tiempos de Alfonso VIII, que en 1184 vence
en la batalla de Alarcón a los musulmanes. En honor a su Alférez Mayor D. Diego
López de Haro y tras la batalla de las Navas de Tolosa (1212) le concede este
territorio que pertenecerá a la Casa de Haro y dada su denominación, se hace
figurar en el escudo la bordura de gules con ocho aspas de oro, que figuran en
las armas de Haro. Su nombre se debe a
su pertenencia al señorío del Castillo de Haro, del que dependía, y que perduró
hasta 1575.
Podemos
hablar de la comarca de Haro en las tierras de la zona suroeste de la provincia
de Cuenca, en la Mancha Baja y en la mancomunidad de San Clemente.
El
señorío de Haro en Cuenca fue concedido por el rey Alfonso VIII a su Alférez
mayor Diego López de Haro como recompensa tras la batalla de las Navas de
Tolosa (1212). Así comienza la defensa y
repoblación del territorio de la parte alta del valle del Záncara que había
sido conquistado a los almohades. Después el territorio forma parte del
Priorato de Uclés, de la Orden de Santiago. Territorio rodeado por tierras del
Marquesado de Villena.
El
primer documento que se conoce es de primeros de octubre de 1318 que se
encuentra en el Archivo Municipal de San Clemente, donde se incluyen las
tierras de Casas de Haro, que a su vez pertenecía a Alarcón. Su proclamación
como municipio fue en 1834.
PODEMOS VER
La iglesia parroquial de
Santa María Magdalena.- Fue construida a mediados del siglo
XVIII. Aunque no se tiene constancia de cuando se comenzó a construir, en 1750
esta iglesia ya había sido declarada parroquia y según el censo de 1753 ya se
llamaba iglesia parroquial de Santa María Magdalena.
El
edificio está formado por un gran cuerpo central de planta casi perfecta en
forma de cruz latina con portada de dovelas planas y alargadas. Graciosa
espadaña montada sobre el muro lateral, de sillería de dos cuerpos y con tres
huecos para las campanas y otro en el cuerpo superior. Pertenece a un periodo
de Barroco tardío, pero con claras influencias clásicas en el interior,
caracterizado por una manifestación arquitectónica puramente sobria e integrada
en el ámbito rural. En cambio, según su aspecto exterior, podría tratarse de
una construcción propia de la Edad Media, pues se utiliza el mampuesto propio
de la época, las casi inexistentes y muy altas ventanas y una disposición en
planta de cruz latina.
La
Ermita de San Julián.- Data del siglo XVIII. Se trata de una
edificación de pequeña nave de crucero y sobre él bóveda vaída, con las
restantes bóvedas de cañón. Apoyos formados por pilastras interiores con
cornisa corrida.
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