domingo, 2 de febrero de 2020

PASEO AL PUENTE DEL CHANTRE


Nos vamos de paseo, el Chantre, se encuentra a unos 11 kilómetros de Cuenca, a la mitad de distancia, para un buen paseo turístico, recorriendo la hoz del Júcar, donde encontraremos preciosas vistas e impresionantes paisajes.
La ruta partiría del puente de San Antón, por el paseo del Júcar hasta llegar al Recreo Pereal, para después de cruzar el puente sobre el Júcar continuar por el camino que nos lleva a las Grajas y seguir hasta la Fuente de Martín Alaja. A poca distancia de la fuente de Martín Alaja nos encontramos  con la carretera de baja desde San Isidro, (desde la parte antigua de Cuenca) la tomamos y seguimos hasta el Puente de Valdecabras. Aquí dejamos el puente a nuestra izquierda y continuamos por la carretera de Valdecabras. Cuando hemos andado un kilómetro, aproximadamente, tomamos el camino que sale a nuestra izquierda  y nos lleva al puente del Chantre. Cruzamos el puente y continuamos a la izquierda, por el camino que nos lleva a la carretera de Cuenca-Villalba de la Sierra. (Después de cruzar el puente, justo a nuestra izquierda queda el área recreativa de Chantre).
Una vez en la carretera nos quedan 11 kilómetros para regresa a Cuenca. Solo tenemos que seguir el cauce de Júcar, la hoz del Júcar, primero por la carretera, hasta llegar al Campin, donde junto al carril bici tenemos el carril para peatones, que nos llevará hasta el punto de partida, el puente de San Antón. Estamos en Cuenca. En el recorrido hemos disfrutado del paisaje y de las preciosas vistas de Cuenca, hemos hecho ejercicio y respirado aire puro. Es una ruta muy frecuentada por corredores, ciclistas y caminantes.


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

EL CHANTRE
Uno de los parajes más conocidos cercanos a la ciudad de Cuenca es el Chantre, por el nombre que tiene el puente sobre el río Júcar que hay en este lugar. Un puente que ha estado cerrado por un derrumbamiento parcial  y que, terminada  la ejecución del tablero y empedrado, tras las obras de rehabilitación a cargo de la Diputación Provincial, ya se encuentra abierto.
Uno de los puentes más antiguos instalado sobre las aguas del Júcar es el denominado Chantre, no Tranche como equivocadamente suele oírse con cierta frecuencia.
Fue al canónigo de la catedral, Nuño Álvarez Osorio, también conocido como Nuño Álvarez de Fuente Encalada, quien  allá por el siglo XV, promovió la construcción del puente sobre el río Júcar.
Se trata de uno de los puentes más antiguos y sobre todo emblemáticos para los conquenses, por su cercanía de 11 kilómetros a la capital, en el paraje de ocio que le rodea sobre el río Júcar, que estaba en peligroso deterioro desde su parcial derrumbe hace seis años. Como bien se recordará, en abril de 2013 se derrumbó parte del muro de uno de los laterales de este puente del siglo XV, conocido popularmente como “del Chantre”, en recuerdo del canónigo que lo impulsó. Este puente fue reconstruido sobre la base del anterior en 1882 y terminado el 15 de marzo de 1883, es decir, hace 136 años.
Según los datos aportados en la Lista Roja del Patrimonio de Hispania Nostra, publicados tras el derrumbe del puente en 2013, y las trabas para su rehabilitación, por fin llevada a cabo, se recogía que se trata de un “Puente de origen medieval sobre el río Júcar construido por el que fue Chantre de la Catedral de Cuenca durante más de treinta años, Nuño Álvarez de Osorio para evitar las desgracias que ocurrían en el vado y facilitar el paso de rebaños desde el Caserío de Embid a las tierras de Cuenca, es decir, el paso de la vereda, entre otros. Se citaba también que en noviembre de 1837 el general carlista Cabrera intentó cruzar el puente, impidiéndolo el Regimiento Provincial de Écija. En el trabajo de Antonio Rodríguez de 1987 para el Boletín Municipal, éste destacaba un dato a tener en cuenta años antes de la reconstrucción de 1882:
Dada la importancia que tenía el puente no sólo para los ciudadanos de la capital sino para los habitantes de muchos pueblos de la Serranía, en 1874, se habían reunido en la vecina localidad de Mariana los alcaldes de Valdecabras, Villalba, Portilla, Zarzuela, Sotos, Collados, Torrecilla, Ribatajada, y Ribatajadilla para tratar de solucionar el problema de rehabilitación del puente del Chantre, indicándoles el Ayuntamiento de Cuenca que coadyuvasen al pago de la obra con mil quinientas pesetas entre todos los municipios.
Ocho años pasaron para su reconstrucción, aunque ya hemos indicado otras obras de refuerzo realizadas hace un siglo, pues se trataba entonces de un paso obligado muy necesario para carros y carretas, animales y personas, hasta que fue construida la carretera de Tragacete, por la que iban a circular los grandes camiones de madera, una vez que las famosas maderadas del Júcar desaparecieron, muchas de ellas pasando bajo el puente del Chantre, río abajo, para seguir los gancheros con sus troncos, pasando por otros puentes como el de los Descalzos y el de San Antón y arribar en El Sargal con la maderada.
Acercarse hasta el Chantre o Tranche como dirían algunos, para pasar el día se puso de moda en la década de los sesenta y setenta. Está claro que el Chantre, el puente y el paraje, forman parte de la vida de Cuenca y su enlace con la Serranía, y fue en la década de los sesenta, cuando el Chantre se hizo más popular como punto de encuentro de bañistas y meriendas campestres en los fines de semana de primavera y verano.
Puente trajinante para la trashumancia, la arriería y el tráfico de personas y mercancías entre la Sierra y el Campichuelo hacia la capital y los caminos de La Mancha.
Lo que importa ahora es que el puente del Chantre es una rehabilitada realidad después de seis años, por el que ya se puede caminar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario