viernes, 30 de enero de 2015

IGLESIA DE LA SANTA CRUZ

La Iglesia de Santa Cruz se construyó en el siglo XVI, pero su aspecto actual lo debe a renovación de José Martín de Aldehuela en el siglo XVIII. Es una construcción sobria, con una bellísima portada renacentista, en su interior se encuentra la Capilla Sepulcral de Luís Valle de la Cerda. Ha sido rehabilitada recientemente conservando un estilo renacentista para convertirla en un centro regional de exposiciones y venta de artesanía.
A mediados del siglo XVI, Juanes de Mendizábal el Viejo inició la reforma del templo y durante tres años estuvo al frente de la obra. No obstante, cuando se dio un fuerte impulso a esta fue bajo el episcopado del Obispo Fresneda, quien en 1568 encargó a Francisco de Goycoa la remodelación del viejo edificio medieval.
Goycoa era un Arquitecto que gozaba de gran prestigio en Cuenca, pues incluso tenía el nombramiento de Veedor General de las obras del Obispado. Como parece que era norma en él, no dirigió personalmente la obra sino que la puso en manos de Juanes de Mendizábal el Mozo, Maestro al que tenía en gran estima. Cuando murió Goycoa, el Arquitecto Pedro de la Vaca introdujo algunas modificaciones en el proyecto de aquél, siendo la más significativa la de dar mayor anchura a la nave.
Mendizábal el Mozo, que era sobrino de Juanes de Mendizábal el Viejo, alzó los muros perimetrales y volteó unos arcos entre los contrafuertes, a los que adosó unas columnas de orden dórico; columnas que en el siglo XVIII fueron sustituidas por unas pilastras.
El edificio se cerró con un artesonado de madera, cuya labor corrió a cargo de los Maestros de Carpintería Damián Saravia de Oropesa, Francisco Pinarejo y Jerónimo Vadello, y de los Entalladores Gaspar de Berriote y Villanueva.
En el siglo XVIII se hizo una importante remodelación, pues fue entonces cuando la iglesia se abovedó. La ejecución de la obra se encomendó al Maestro de Albañilería y Cantería Manuel de Santa María. La Iglesia es de una nave, en forma de salón, que está dividida en seis tramos por medio de contrafuertes con pilastras adosadas, y tiene ábside poligonal. La falta de espacio -la Iglesia se asoma a la hoz del Huécar- obligó a colocar la sacristía debajo de la capilla mayor.
En el siglo XVI el edificio estaba cubierto con un artesonado de madera que, en el siglo XVIII, se sustituyó por una bóveda de medio cañón con lunetos, construida con piedra de toba, la cual se derrumbó por la poca solidez de los muros alzados en el siglo XVI.
La portada de la iglesia es obra del siglo XVI. De traza muy sencilla, se compone de un arco de medio punto, entre pilastras cajeadas jónicas.
La entrada es gratuita de martes a sábados, de 11 a 14 horas y de 17 a 21.
Domingos y festivos, de 11 a 14 horas.






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