La Iglesia de Santa Cruz se construyó en el siglo XVI, pero su aspecto actual lo debe a renovación de José Martín de Aldehuela en el siglo XVIII. Es una construcción sobria, con una bellísima portada renacentista, en su interior se encuentra la Capilla Sepulcral de Luís Valle de la Cerda. Ha sido rehabilitada recientemente conservando un estilo renacentista para convertirla en un centro regional de exposiciones y venta de artesanía. Hoy es Centro de Arte Moderno y Contemporaneo de Castilla-La Mancha y actualmente alberga la colección Roberto Polo.
A mediados del siglo XVI, Juanes de Mendizábal el Viejo inició la reforma del templo y durante tres años estuvo al frente de la obra. No obstante, cuando se dio un fuerte impulso a esta fue bajo el episcopado del Obispo Fresneda, quien en 1568 encargó a Francisco de Goycoa la remodelación del viejo edificio medieval.
Goycoa era un Arquitecto que gozaba de gran prestigio en Cuenca, pues incluso tenía el nombramiento de Veedor General de las obras del Obispado. Como parece que era norma en él, no dirigió personalmente la obra sino que la puso en manos de Juanes de Mendizábal el Mozo, Maestro al que tenía en gran estima. Cuando murió Goycoa, el Arquitecto Pedro de la Vaca introdujo algunas modificaciones en el proyecto de aquél, siendo la más significativa la de dar mayor anchura a la nave.
Mendizábal el Mozo, que era sobrino de Juanes de Mendizábal el Viejo, alzó los muros perimetrales y volteó unos arcos entre los contrafuertes, a los que adosó unas columnas de orden dórico; columnas que en el siglo XVIII fueron sustituidas por unas pilastras.
El edificio se cerró con un artesonado de madera, cuya labor corrió a cargo de los Maestros de Carpintería Damián Saravia de Oropesa, Francisco Pinarejo y Jerónimo Vadello, y de los Entalladores Gaspar de Berriote y Villanueva.
En el siglo XVIII se hizo una importante remodelación, pues fue entonces cuando la iglesia se abovedó. La ejecución de la obra se encomendó al Maestro de Albañilería y Cantería Manuel de Santa María. La Iglesia es de una nave, en forma de salón, que está dividida en seis tramos por medio de contrafuertes con pilastras adosadas, y tiene ábside poligonal. La falta de espacio -la Iglesia se asoma a la hoz del Huécar- obligó a colocar la sacristía debajo de la capilla mayor.
En el siglo XVI el edificio estaba cubierto con un artesonado de madera que, en el siglo XVIII, se sustituyó por una bóveda de medio cañón con lunetos, construida con piedra de toba, la cual se derrumbó por la poca solidez de los muros alzados en el siglo XVI.
La portada de la iglesia es obra del siglo XVI. De traza muy sencilla, se compone de un arco de medio punto, entre pilastras cajeadas jónicas.
A mediados del siglo XVI, Juanes de Mendizábal el Viejo inició la reforma del templo y durante tres años estuvo al frente de la obra. No obstante, cuando se dio un fuerte impulso a esta fue bajo el episcopado del Obispo Fresneda, quien en 1568 encargó a Francisco de Goycoa la remodelación del viejo edificio medieval.
Goycoa era un Arquitecto que gozaba de gran prestigio en Cuenca, pues incluso tenía el nombramiento de Veedor General de las obras del Obispado. Como parece que era norma en él, no dirigió personalmente la obra sino que la puso en manos de Juanes de Mendizábal el Mozo, Maestro al que tenía en gran estima. Cuando murió Goycoa, el Arquitecto Pedro de la Vaca introdujo algunas modificaciones en el proyecto de aquél, siendo la más significativa la de dar mayor anchura a la nave.
Mendizábal el Mozo, que era sobrino de Juanes de Mendizábal el Viejo, alzó los muros perimetrales y volteó unos arcos entre los contrafuertes, a los que adosó unas columnas de orden dórico; columnas que en el siglo XVIII fueron sustituidas por unas pilastras.
El edificio se cerró con un artesonado de madera, cuya labor corrió a cargo de los Maestros de Carpintería Damián Saravia de Oropesa, Francisco Pinarejo y Jerónimo Vadello, y de los Entalladores Gaspar de Berriote y Villanueva.
En el siglo XVIII se hizo una importante remodelación, pues fue entonces cuando la iglesia se abovedó. La ejecución de la obra se encomendó al Maestro de Albañilería y Cantería Manuel de Santa María. La Iglesia es de una nave, en forma de salón, que está dividida en seis tramos por medio de contrafuertes con pilastras adosadas, y tiene ábside poligonal. La falta de espacio -la Iglesia se asoma a la hoz del Huécar- obligó a colocar la sacristía debajo de la capilla mayor.
En el siglo XVI el edificio estaba cubierto con un artesonado de madera que, en el siglo XVIII, se sustituyó por una bóveda de medio cañón con lunetos, construida con piedra de toba, la cual se derrumbó por la poca solidez de los muros alzados en el siglo XVI.
La portada de la iglesia es obra del siglo XVI. De traza muy sencilla, se compone de un arco de medio punto, entre pilastras cajeadas jónicas.
Desde el año 2020, la Iglesia de la Santa Cruz alberga LA COLECCIÓN ROBERTO POLO, Y SE HA CONVERTIDO EN EL CENTRO DE ARTE MODERNO Y CONTEMPORÁNEO DE CASTILLA-LA MANCHA.
LA COLECCIÓN ROBERTO POLO-CENTRO DE ARTE MODERNO Y CONTEMPORANEO DE CASTILLA-LA MANCHA TIENE DOS SEDES, UNA EN TOLEDO Y OTRA EN CUENCA.
ROBERTO POLO. UNA BREVE BIOGRAFÍA
Roberto Polo nació en La Habana, Cuba, el 20 de agosto de 1951; su familia es de origen español e italiano. Es artista plástico, coleccionista de arte y filántropo. Roberto Polo fue reconocido como un “prodigio del arte” a los 14 años por el estado de Virginia y obtuvo numerosas becas por méritos, entre ellas las de la Pan American Unión y la Ford Fundación. Estudió bellas artes, historia del arte y filosofía en la Corcoran School of Art y en la American University de Washington, D.C., así como en la Columbia University Graduate School de Nueva York. Fue diplomado por las tres instituciones mencionadas.
En 1967 y 1968, una sala que hizo época, la Jefferson Place Gallery de Washington D.C., presentó la obra de Roberto Polo en exposiciones individuales.
Años después, Roberto Polo celebraría muestras individuales en las galerías Enrico Navarra de París, Dante Vecchiato de Padua y Vicenza y Ramis Barquet de Nueva York.
Como filántropo, no solamente patrocina a artistas de diferentes expresiones, sino que además es mecenas y donante
de multitud de instituciones culturales.
SEDE DE CUENCA
La segunda sede de la Colección Roberto Polo. Centro de Arte Moderno y Contemporáneo de Castilla-La Mancha (CORPO) toma asiento en la ciudad de Cuenca en diciembre de 2020. Se ubica en la antigua iglesia de Santa Cruz, del siglo XVI. Su instalación museográfica, si bien no persigue un orden estrictamente cronológico, comienza con un interesante apunte pictórico del siglo XIX que es antecedente de lo que a continuación se va a desarrollar, y que en concreto viene representado por obras de Eugène Delacroix, John Atkinson Grimshaw, Félicien Rops, Alexandre Séon, Joseph Granié y Edgar Degas.
El nudo gordiano, sin embargo, gira en torno a los movimientos de la vanguardia europea de principios del siglo XX. Entre los artistas presentes en los fondos permanentes de CORPO en Cuenca encontramos firmas que nunca antes se habían expuesto en España, pese a encontrarse en los fondos de los más destacados museos internacionales. Creadores fundamentales para entender el arte del siglo XX en adelante como fueron Koloman Moser, Josef Hoffmann, Wilhelm Wagenfeld, Henry van de Velde, Eileen Gray, Gerrit Thomas Rietveld, Theo van Doesburg, Johannes Itten, Paul Joostens, Georges Vantongerloo, Friedrich Vordemberge-Gildewart, Marthe Donas, Pierre-Louis Flouquet, Victor Servranckx, Ivan Kliun o Marc Eemans. La aportación española se concreta en una icónica obra en papel de Pablo Picasso.
Antes de alcanzar su punto final, el recorrido museístico en la sede de Cuenca nos alza a una segunda altura, la que ocupaba el coro de la antigua iglesia, para ofrecer una muestra de escultura y fotografía contemporáneas, y rematar en una sala dedicada a la abstracción, en homenaje a Cuenca, proyectado su abrupto paisaje desde un amplio vano en la pared, como telón de fondo.
ROBERTO POLO. UNA BREVE BIOGRAFÍA
Roberto Polo nació en La Habana, Cuba, el 20 de agosto de 1951; su familia es de origen español e italiano. Es artista plástico, coleccionista de arte y filántropo. Roberto Polo fue reconocido como un “prodigio del arte” a los 14 años por el estado de Virginia y obtuvo numerosas becas por méritos, entre ellas las de la Pan American Unión y la Ford Fundación. Estudió bellas artes, historia del arte y filosofía en la Corcoran School of Art y en la American University de Washington, D.C., así como en la Columbia University Graduate School de Nueva York. Fue diplomado por las tres instituciones mencionadas.
En 1967 y 1968, una sala que hizo época, la Jefferson Place Gallery de Washington D.C., presentó la obra de Roberto Polo en exposiciones individuales.
Años después, Roberto Polo celebraría muestras individuales en las galerías Enrico Navarra de París, Dante Vecchiato de Padua y Vicenza y Ramis Barquet de Nueva York.
Como filántropo, no solamente patrocina a artistas de diferentes expresiones, sino que además es mecenas y donante
de multitud de instituciones culturales.
SEDE DE CUENCA
La segunda sede de la Colección Roberto Polo. Centro de Arte Moderno y Contemporáneo de Castilla-La Mancha (CORPO) toma asiento en la ciudad de Cuenca en diciembre de 2020. Se ubica en la antigua iglesia de Santa Cruz, del siglo XVI. Su instalación museográfica, si bien no persigue un orden estrictamente cronológico, comienza con un interesante apunte pictórico del siglo XIX que es antecedente de lo que a continuación se va a desarrollar, y que en concreto viene representado por obras de Eugène Delacroix, John Atkinson Grimshaw, Félicien Rops, Alexandre Séon, Joseph Granié y Edgar Degas.
El nudo gordiano, sin embargo, gira en torno a los movimientos de la vanguardia europea de principios del siglo XX. Entre los artistas presentes en los fondos permanentes de CORPO en Cuenca encontramos firmas que nunca antes se habían expuesto en España, pese a encontrarse en los fondos de los más destacados museos internacionales. Creadores fundamentales para entender el arte del siglo XX en adelante como fueron Koloman Moser, Josef Hoffmann, Wilhelm Wagenfeld, Henry van de Velde, Eileen Gray, Gerrit Thomas Rietveld, Theo van Doesburg, Johannes Itten, Paul Joostens, Georges Vantongerloo, Friedrich Vordemberge-Gildewart, Marthe Donas, Pierre-Louis Flouquet, Victor Servranckx, Ivan Kliun o Marc Eemans. La aportación española se concreta en una icónica obra en papel de Pablo Picasso.
Antes de alcanzar su punto final, el recorrido museístico en la sede de Cuenca nos alza a una segunda altura, la que ocupaba el coro de la antigua iglesia, para ofrecer una muestra de escultura y fotografía contemporáneas, y rematar en una sala dedicada a la abstracción, en homenaje a Cuenca, proyectado su abrupto paisaje desde un amplio vano en la pared, como telón de fondo.
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