Una de las más elocuentes composiciones urbanas de Cuenca es el arco que se abre en la calle de San Pedro a modo de embocadura hacia la Plaza de San Nicolás. En este pasadizo entre dos dominios arquitectónicos tan bien diferenciados hallamos una escultura de Leonardo Martínez Bueno y el recuerdo de Esteban Jamete, quien habitó este lugar. Una vez en el interior de la plaza, el interés se prolonga en la iglesia de San Nicolás de Bari.
La iglesia de San Nicolás de Bari localizada en Cuenca (España) parece que ya estaba construida en el siglo XV, aunque arquitectónicamente hablando, su estructura no se asemeja a las edificaciones típicamente renacentistas propias de este siglo. Su estructura original consistía en una planta rectangular con ábside de piedra en su cabecera (ábside que en la actualidad ha quedado sepultado bajo las viviendas que se han construido adosadas a la iglesia), estructura que está más cerca de los planteamientos de la arquitectura románica que de la renacentista. Así como la orientación hacia el sur de su fachada principal típico también de las iglesias románicas.
La puerta de acceso a la iglesia, está compuesta por un arco apuntado con moldura, sostenido por pilastras adosadas, con un sencillo capitel. Sobre el arco de la portada un óculo recercado con moldura. El interior del templo mantiene el tono de humildad, sólo interrumpido por el retablo donde figura la estatua de San Nicolás, que fue donada por don Ramón Falcón de Salcedo. La iglesia es de una sola nave, dividida en tres cuerpos. Separando cada uno de los tramos se encuentran pilastras adosadas, rematadas por entablamento, sobre las que descansan arcos de medio punto. La bóveda del templo es de medio cañón con lunetos.
La torre, adosada a la iglesia, tiene planta rectangular y está formada por dos cuerpos
En las proximidades, se puede visitar la Casa de los Cerdán de Landa o de Zavala, actualmente gestionada por las autoridades municipales. Aparte de una exhibición de piezas de rejería, en ella se encuentra el museo del pintor Antonio Saura.
Abre los lunes cuando se celebran dos misas en el templo, una por la mañana y otra por la tarde.
La iglesia de San Nicolás de Bari localizada en Cuenca (España) parece que ya estaba construida en el siglo XV, aunque arquitectónicamente hablando, su estructura no se asemeja a las edificaciones típicamente renacentistas propias de este siglo. Su estructura original consistía en una planta rectangular con ábside de piedra en su cabecera (ábside que en la actualidad ha quedado sepultado bajo las viviendas que se han construido adosadas a la iglesia), estructura que está más cerca de los planteamientos de la arquitectura románica que de la renacentista. Así como la orientación hacia el sur de su fachada principal típico también de las iglesias románicas.
La puerta de acceso a la iglesia, está compuesta por un arco apuntado con moldura, sostenido por pilastras adosadas, con un sencillo capitel. Sobre el arco de la portada un óculo recercado con moldura. El interior del templo mantiene el tono de humildad, sólo interrumpido por el retablo donde figura la estatua de San Nicolás, que fue donada por don Ramón Falcón de Salcedo. La iglesia es de una sola nave, dividida en tres cuerpos. Separando cada uno de los tramos se encuentran pilastras adosadas, rematadas por entablamento, sobre las que descansan arcos de medio punto. La bóveda del templo es de medio cañón con lunetos.
La torre, adosada a la iglesia, tiene planta rectangular y está formada por dos cuerpos
En las proximidades, se puede visitar la Casa de los Cerdán de Landa o de Zavala, actualmente gestionada por las autoridades municipales. Aparte de una exhibición de piezas de rejería, en ella se encuentra el museo del pintor Antonio Saura.
Abre los lunes cuando se celebran dos misas en el templo, una por la mañana y otra por la tarde.
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