El Paseo del Huécar es una de las calles más bonitas de toda Cuenca. Se trata de un paseo a la orilla del río Huécar, uno de los dos que tiene la ciudad (el otro es el Júcar).
Esta bonita ruta la comenzaremos en la Iglesia del Salvador (s. XVII). Durante el s. XIX fue la iglesia más importante de la ciudad. De estilo neogótico y situada en el barrio del Salvador, donde se encuentran dos calles cargadas de historia: la calle de la Moneda y la calle de los tintes.
Bajamos por la calle San Vicente, a la derecha veremos las Escuelas del Obispo Palafox, y continuando por la calle Alonso de Ojeda llegaremos a la calle de la Moneda. Recorremos la calle de la Moneda, cargada de historia, en la que vivían gran cantidad de moriscos. Tras atravesar el túnel y pasar sobre el río Huécar, nos encontramos con la otra calle histórica: la calle de los Tintes, donde tenían su taller los artesanos que conseguían los denominados "colores de Cuenca", utilizados para teñir las lanas que tanta fama dieron a la ciudad. Destaca la antigua muralla y las fachadas con abundante coloración. A la izquierda, un poco más allá, las Escalerillas del Gallo. Una vez en la calle los Tintes y habiendo dejado atrás la Escalerillas de Gallo y el Almudí podemos bajar el parque de Huécar desde donde podremos el ver el edificio Palafox y la muralla antigua sobre la que se encuentra encabado el citado edificio. Volveremos por la calle los Tintes para llegar a la Puerta de Valencia donde podemos contemplar el Convento de la Concepción Franciscana (S.XVI) conocido por los conquenses como las Concepcionistas de la Puerta de Valencia. Fundado en 1504 y con dos escudos sobre la portada.
Esta bonita ruta la comenzaremos en la Iglesia del Salvador (s. XVII). Durante el s. XIX fue la iglesia más importante de la ciudad. De estilo neogótico y situada en el barrio del Salvador, donde se encuentran dos calles cargadas de historia: la calle de la Moneda y la calle de los tintes.
Bajamos por la calle San Vicente, a la derecha veremos las Escuelas del Obispo Palafox, y continuando por la calle Alonso de Ojeda llegaremos a la calle de la Moneda. Recorremos la calle de la Moneda, cargada de historia, en la que vivían gran cantidad de moriscos. Tras atravesar el túnel y pasar sobre el río Huécar, nos encontramos con la otra calle histórica: la calle de los Tintes, donde tenían su taller los artesanos que conseguían los denominados "colores de Cuenca", utilizados para teñir las lanas que tanta fama dieron a la ciudad. Destaca la antigua muralla y las fachadas con abundante coloración. A la izquierda, un poco más allá, las Escalerillas del Gallo. Una vez en la calle los Tintes y habiendo dejado atrás la Escalerillas de Gallo y el Almudí podemos bajar el parque de Huécar desde donde podremos el ver el edificio Palafox y la muralla antigua sobre la que se encuentra encabado el citado edificio. Volveremos por la calle los Tintes para llegar a la Puerta de Valencia donde podemos contemplar el Convento de la Concepción Franciscana (S.XVI) conocido por los conquenses como las Concepcionistas de la Puerta de Valencia. Fundado en 1504 y con dos escudos sobre la portada.
Un edificio a destacar en esta zona: la Casa de las Rejas, con cuatro enormes y magníficas rejas y el escudo de la familia destacada que vivió aquí.
Cruzaremos el puente sobre el río Huécar desde donde comenzaremos nuestro paseo bordeando el río y disfrutando de las vistas del barrio de San Martín.
Pasamos junto al Teatro-Auditorio de Cuenca. Bonita construcción entre las rocas de la Hoz del Huécar, inaugurado en 1994.
Siguiendo el paseo, cogeremos el camino de la derecha que nos conduce al Parador Nacional de Turismo y al Puente de San Pablo. El camino de la izquierda nos conduce a dos pueblos conquenses con encanto: Molinos de Papel y Palomera.
Merece la pena subir la cuesta, pues una vez arriba, podemos contemplar las bonitas vistas de la Hoz del Huécar, las Casas Colgadas, el Parador Nacional de Turismo (antiguo convento de San Pablo) y la Iglesia de San Pablo.
Cruzaremos el puente sobre el río Huécar desde donde comenzaremos nuestro paseo bordeando el río y disfrutando de las vistas del barrio de San Martín.
Pasamos junto al Teatro-Auditorio de Cuenca. Bonita construcción entre las rocas de la Hoz del Huécar, inaugurado en 1994.
Siguiendo el paseo, cogeremos el camino de la derecha que nos conduce al Parador Nacional de Turismo y al Puente de San Pablo. El camino de la izquierda nos conduce a dos pueblos conquenses con encanto: Molinos de Papel y Palomera.
Merece la pena subir la cuesta, pues una vez arriba, podemos contemplar las bonitas vistas de la Hoz del Huécar, las Casas Colgadas, el Parador Nacional de Turismo (antiguo convento de San Pablo) y la Iglesia de San Pablo.
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