La Iglesia de la Virgen de la Luz, también llamada de San Antón, es albergue de la patrona de la ciudad, este hecho y su importancia como expresión del estilo rococó religioso, hacen de ella uno de los templos imprescindibles de Cuenca.
Enfoscada y pintada de color destaca por sus dos portadas, una de ellas plateresca. Su gran cúpula elíptica sobre tambor con ventanas y linterna abunda en nuestra impresión, de este sorprendente edificio.
En lo que atañe a su realización física, sabemos que la iglesia fue erigida en el siglo XVI y que el convento fue cabalmente remodelado por José Martín de Aldehuela en el siglo XVIII. Gracias a este último alarife, los visitantes pueden admirar la decoración rococó que ilumina el interior del templo. Tanto la traza exterior como la configuración interior han sido objeto de intensas reformas. Espaciosa y bien armonizada, la iglesia tiene otras cualidades notables. Así, sobre su altar mayor luce una cúpula airosa con pinturas de algún mérito y discreto gusto. La imagen de la Virgen está elaborada con piedra negra y lleva un Niño entre sus brazos.
Declarada Bien de Interes Cultural en febrero de 2015.
Enfoscada y pintada de color destaca por sus dos portadas, una de ellas plateresca. Su gran cúpula elíptica sobre tambor con ventanas y linterna abunda en nuestra impresión, de este sorprendente edificio.
En lo que atañe a su realización física, sabemos que la iglesia fue erigida en el siglo XVI y que el convento fue cabalmente remodelado por José Martín de Aldehuela en el siglo XVIII. Gracias a este último alarife, los visitantes pueden admirar la decoración rococó que ilumina el interior del templo. Tanto la traza exterior como la configuración interior han sido objeto de intensas reformas. Espaciosa y bien armonizada, la iglesia tiene otras cualidades notables. Así, sobre su altar mayor luce una cúpula airosa con pinturas de algún mérito y discreto gusto. La imagen de la Virgen está elaborada con piedra negra y lleva un Niño entre sus brazos.
Declarada Bien de Interes Cultural en febrero de 2015.
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