viernes, 30 de enero de 2015

PLAZA DE MANGANA

Por la calle del Alcázar, se llega a la plaza de Mangana, lugar en el que antiguamente estuvo ubicado el barrio árabe, después la judería medieval y finalmente el barrio cristiano de Santa María. Durante el siglo XVI se instalaron aquí importantes familias nobiliarias y en el XVII, lo hicieron varios conventos.
En su centro está instalada la torre de Mangana, que ha sido reloj de la ciudad desde el siglo XVI. La Torre de Mangana es otro de los edificios emblemáticos de la ciudad, situada en la plaza del mismo nombre. Se trata de un edificio del siglo XVI, restaurado en el siglo XX.
Su nombre proviene del árabe al-mangana, que significa, máquina. Se cree que en este lugar debió de existir una catapulta o similar, que después fue sustituida por otra máquina, la del reloj, y que como vestigio ha quedado su forma que recuerda al alminar utilizado para llamar a la oración. Aquí, y justo sobre la muralla medieval estaba ubicado el alcázar árabe. Hoy podemos ver también cercana a la torre, la escultura en honor a la Constitución que hiciera Gustavo Torner.
El Mirador de la plaza Mangana ofrece las mejores vistas al río Júcar. Se encuentra en la plaza de la torre del mismo nombre, muy cerca de la plaza de la Merced, y a sólo unos metros de la Catedral. Éste es un punto de gran interés paisajístico. Desde sus miradores, podremos contemplar las aguas del Júcar, los barrios de San Antón y Tiradores y distinguir el desarrollo de la parte baja de la ciudad.
Se trata de una torre de piedra de corte renacentista y aspecto defensivo, con sillares en las esquinas, con almenas, matacanes y ménsulas con una pequeña torrecilla en la parte más alta.
La Plaza de Mangana se supone el lugar más antiguo en Cuenca y en ella estaba el Alcázar musulmán, que era el corazón de la ciudadela, alrededor del cual nacerían construcciones circundantes al mismo. Es la zona mora y judía de la Cuenca Medieval.






 
  

 
 
 














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