sábado, 7 de marzo de 2015

LA ALMARCHA

La Almarcha es un municipio de la provincia de Cuenca situado en La Manchuela. En el término municipal de La Almarcha se han hallado varias hachas neolíticas de donde se induce que estas tierras ya estuvieron habitadas en el Neolítico.
En el paraje denominado Los villares afloran restos romanos. El origen del pueblo es árabe. La cita más antigua en que aparece La Almarcha procede la crónica árabe Muqtabis V, del historiador Ben Haián, que nombra esta población al describir el recorrido realizado por Abderramán III en el año 935 desde Córdoba a Zaragoza. Vuelve a ser citada en otra crónica árabe de 1172, al-Man Bil Imãma, que describe la expedición del sultán Yusuf contra la ciudad de Huete.
La cita castellana más antigua procede del libro de cuentas y gastos del rey de castilla Sancho IV en el que cita las aldeas en las que se recoge dinero para pagar a los caballeros que habían de acompañar en 1294 a don Juan Manuel a la tierra de Murcia.
Otra de las primeras citas procede del Libro de la caza de don Juan Manuel (1325).
Tras la conquista de Alarcón por las tropas de Alfonso VIII, el lugar de la Almarcha dependió de la jurisdicción de Alarcón y se repobló con castellanos viejos provenientes de Burgos y de Extremadura. El marqués de Villena, don Alfonso de Aragón, la vendió al Castillo de Garcimuñoz en 1353.
Durante más de tres siglos La Almarcha dependió de la jurisdicción del Castillo de Garcimuñoz, hasta que el 6 de septiembre de 1672 doña Mariana de Austria le concedió por Real Privilegio la exención y adquirió la categoría de villa independiente. Una vez lograda la independencia, La Almarcha fue creciendo en importancia y población. Según el catastro del Marqués de la Ensenada de 1752, en este año tenía un hospital para albergue de pobres mendicantes cuyos ingresos dependían del alquiler de parte de la manzana no destinada a hospital.
Podemos visitar:
En La Almarcha existe el famoso pozo Airón, una laguna con fama de insondable, a la que se refieren romances y leyendas, una maravilla hidrológica digna de ser visitada.
La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción.- Al visitante le llamará la atención esta iglesia por sus proporcionados volúmenes y su torre de tres cuerpos. De estilo renacentista fue construida entre los siglos XVI y XVII y conserva sus dos portadas adinteladas y una interesante pila bautismal. Esta iglesia, de estilo renacentista, inicialmente sólo tenía dos naves y una techumbre de madera, pero en la restauración del siglo XVIII se le añadió una tercera nave, se levantó su altura y se le dio un aspecto neoclásico. Actualmente tiene una planta basilical de tres naves y arcos peraltados de yeso. Comenzó a construirse en 1555 y los maestros que la hicieron fueron Martín Doma y Juan de Ochoa. También destaca la portada de la capilla del Santísimo (S. XVIII). Esta portada, de piedra de sillería, está coronada por el escudo de los Moya. El retablo principal se atribuye a Martín de la Aldehuela. Representa la asunción de María a los cielos.
La ermita de San Bartolomé.- Construida a finales del siglo XVI o inicios del XVII, con materiales elementales. Se halla situada, aproximadamente, a un kilómetro del pueblo en el camino que va de La Almarcha a la finca del Molinillo y a la laguna del pozo Airón.
La ermita de San Antón y de San Isidro Labrador.- Es de estilo vanguardista y se basa en los planos del arquitecto Fernando Parrilla Villafruela, aunque no se respetaron en su totalidad pues los brazos arrancaban desde el suelo y la cruz subía bastante metros más arriba.
Iglesia  Parroquial Nuestra Señora de la Asunción



  Ermita de San Antón
 

 Ermita de San Bartolomé

 Pozo Airón
 


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