Víllora es un municipio español de la provincia de Cuenca, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha.
HISTORIA
Los vestigios de la Edad del Hierro del yacimiento arqueológico de la Veguilla, los restos celtíberos de El Guilón, la villa romana de La Mezquitilla, el asentamiento romano de Castil de Olivas, o el castillo árabe del siglo XII que preside majestuosamente la población, hablan muy a favor de las bondades de esta tierra para sus moradores históricos.
Poblada desde finales de la Edad del Bronce por celtíberos, tuvo gran apogeo en época romana, explotándose significativamente estas minas y los yacimientos basálticos ubicados en el territorio, mineral muy útil en la construcción de las calzadas romanas.
En el año de 1.443, Víllora consigue, el título de señorío, siendo su primer señor feudal y absoluto Don Pedro de Zúñiga, Conde de Ledesma y de Plasensia, el cual ordenó y organizó su primera repoblación. En el año de 1.553 era señor de Víllora Don Diego de Zúñiga, Abad de Parraces.
En el siglo XVIII, en 1.719, Don José Francisco Sarmiento de Sotomayor, Conde de Salvatierra, como marido de Doña Leonor Dávila Ponce y Zúñiga, Condesa de Vaigres, vendió su señorío a Don Eugenio de Zúñiga y su hermano José. En el año 1.732, será Don Antonio de Zúñiga quien herede el marquesado de Víllora, su jurisdicción, imperio, castillo, fortaleza, casas, vecindad y vasallaje de la villa, su término y sus casas de Ayuntamiento.
Ya entrado el siglo XIX, concretamente en 1.811, fallece Don Tomás Bellanguer Zúñiga y Cerda, marqués de Víllora, poniendo fin al marquesado de Víllora al no tener éste ninguna descendencia.
Hasta 1.822 los bienes de este marquesado pasaron a ser propiedad del Conde de Salvatierra y, posteriormente, a su hijo el Duque de Híjar.
El siglo XX vendrá marcado por la mecanización del campo, por la guerra civil, por las actividades de los maquis en la zona, por la construcción del ferrocarril y por una posterior despoblación y abandono del campo.
PODEMOS VISITAR
El castillo de Villora.- Del siglo XII, de fábrica y origen musulmán domina el perfil del pueblo desde su torre rectangular de cal y canto, que fue reformada en el siglo XIV.
Los vestigios de la Edad del Hierro del yacimiento arqueológico de la Veguilla, los restos celtíberos de El Guilón, la villa romana de La Mezquitilla, el asentamiento romano de Castil de Olivas, o el castillo árabe del siglo XII que preside majestuosamente la población, hablan muy a favor de las bondades de esta tierra para sus moradores históricos.
Poblada desde finales de la Edad del Bronce por celtíberos, tuvo gran apogeo en época romana, explotándose significativamente estas minas y los yacimientos basálticos ubicados en el territorio, mineral muy útil en la construcción de las calzadas romanas.
En el año de 1.443, Víllora consigue, el título de señorío, siendo su primer señor feudal y absoluto Don Pedro de Zúñiga, Conde de Ledesma y de Plasensia, el cual ordenó y organizó su primera repoblación. En el año de 1.553 era señor de Víllora Don Diego de Zúñiga, Abad de Parraces.
En el siglo XVIII, en 1.719, Don José Francisco Sarmiento de Sotomayor, Conde de Salvatierra, como marido de Doña Leonor Dávila Ponce y Zúñiga, Condesa de Vaigres, vendió su señorío a Don Eugenio de Zúñiga y su hermano José. En el año 1.732, será Don Antonio de Zúñiga quien herede el marquesado de Víllora, su jurisdicción, imperio, castillo, fortaleza, casas, vecindad y vasallaje de la villa, su término y sus casas de Ayuntamiento.
Ya entrado el siglo XIX, concretamente en 1.811, fallece Don Tomás Bellanguer Zúñiga y Cerda, marqués de Víllora, poniendo fin al marquesado de Víllora al no tener éste ninguna descendencia.
Hasta 1.822 los bienes de este marquesado pasaron a ser propiedad del Conde de Salvatierra y, posteriormente, a su hijo el Duque de Híjar.
El siglo XX vendrá marcado por la mecanización del campo, por la guerra civil, por las actividades de los maquis en la zona, por la construcción del ferrocarril y por una posterior despoblación y abandono del campo.
PODEMOS VISITAR
El castillo de Villora.- Del siglo XII, de fábrica y origen musulmán domina el perfil del pueblo desde su torre rectangular de cal y canto, que fue reformada en el siglo XIV.
La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción.- De los siglos XVI - XVII. Edificio interesante, de dos épocas, con portada de arco de medio punto con arista de platabandas en la curva, alfiz de relieve liso y sobre él una pequeña hornacina.
Tiene un porche de tipo serrano a la entrada y un gran ábside con buena ventana abocinada al mediodía. En el interior destaca su techo de artesonado. El cuerpo de la iglesia tiene forma de salón cuadrilátero, desde el que se pasa al presbiterio que es mucho más estrecho. Dos grandes arcos sostenidos por columnas cilíndricas dóricas de fuste muy grueso comunican el cuadrilátero con otro espacio que equivale a una segunda nave.
Tiene un porche de tipo serrano a la entrada y un gran ábside con buena ventana abocinada al mediodía. En el interior destaca su techo de artesonado. El cuerpo de la iglesia tiene forma de salón cuadrilátero, desde el que se pasa al presbiterio que es mucho más estrecho. Dos grandes arcos sostenidos por columnas cilíndricas dóricas de fuste muy grueso comunican el cuadrilátero con otro espacio que equivale a una segunda nave.
La ermita de la Virgen de Castil de Olivas.- De los siglos XVI – XVIII. Se trata de una sencilla ermita, dedicada a la Virgen de Castil de Olivas. Tiene una sola nave con puerta de acceso por un lateral, ya que la principal, en el pie, se encuentra inutilizada. En su interior destacan las pinturas que adornan las tres paredes del presbiterio y el techo, de estilo barroco del siglo XVIII, que es la datación del final de la construcción de esta ermita. La fábrica es de mampostería y sillares en las esquinas, ventanas y portadas, y tejado a dos aguas.
Puente del Imposible.- Del siglo XX. Se trata de un viaducto del ferrocarril. El puente cuenta con diez ojos en arco de medio punto y cubre la línea férrea de Madrid-Valencia-Madrid.
Puente del ferrocarril sobre el río Cabriel.- Del siglo XX.- Antes de llegar al embalse del Bujioso, el río Cabriel es atravesado por la vía del ferrocarril, a través de uno de los espectaculares puentes que existen en toda la zona. Se trata de un puente de gran envergadura, de un único ojo y sujeto por dos pequeños y verticales en su arranque y final. Es uno de los puentes que originó el trazado y la construcción de la línea férrea Valencia-Aranjuez. Se localiza entre las localidades de Víllora y Cardenete.
Presa del Bujioso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario