San Pedro Palmiches es un municipio español de la provincia de Cuenca, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha.
HISTORIA
Se encuentra a mitad de camino entre los territorios del Infantado y el condado de Priego, al que pertenece.
Durante mucho tiempo fue de Gadalajara, de losMendoza, aunque antes Alfonso VIII la diera al Monasterio de la Ovila en 1208.
Después perteneció a María de Albornoz, esposa de don Enrique de Villena, sin sucesión, su herencia pasó un tiempo después a doña Beatriz de Albornoz, que se casó con un Hurtado de Mendoza, señor de Cañete.
Más tarde pasó de los Carrillo a Álvaro de Luna, el Condesable castellano nacido en Cañete, quien hizo grande este lugar. Luego, tierra de Guadalajara, la que los Mendoza hicieron grande, para en el siglo XIX volviera a tierra de Cuenca.
PODEMOS VISITAR
La Iglesia Parroquial de San Pedro Advíncula.- Emplazada al borde de un barranco y que domina la vega, tiene interés por sus ocho retablos, casi todos barrocos de los siglos XVII y XVIII, destacando como esculturas las figuras de San Pedro en su cátedra, la Virgen del Rosario y el Santo Cristo. También son de interés el Retablo Mayor y las cancelas de madera de las capillas del coro. Posee preciosos frescos e importantes lienzos.
Se encuentra a mitad de camino entre los territorios del Infantado y el condado de Priego, al que pertenece.
Durante mucho tiempo fue de Gadalajara, de losMendoza, aunque antes Alfonso VIII la diera al Monasterio de la Ovila en 1208.
Después perteneció a María de Albornoz, esposa de don Enrique de Villena, sin sucesión, su herencia pasó un tiempo después a doña Beatriz de Albornoz, que se casó con un Hurtado de Mendoza, señor de Cañete.
Más tarde pasó de los Carrillo a Álvaro de Luna, el Condesable castellano nacido en Cañete, quien hizo grande este lugar. Luego, tierra de Guadalajara, la que los Mendoza hicieron grande, para en el siglo XIX volviera a tierra de Cuenca.
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La Iglesia Parroquial de San Pedro Advíncula.- Emplazada al borde de un barranco y que domina la vega, tiene interés por sus ocho retablos, casi todos barrocos de los siglos XVII y XVIII, destacando como esculturas las figuras de San Pedro en su cátedra, la Virgen del Rosario y el Santo Cristo. También son de interés el Retablo Mayor y las cancelas de madera de las capillas del coro. Posee preciosos frescos e importantes lienzos.
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